El líder palestino Yasser Arafat, que se debate entre la vida y la muerte en un hospital de Francia, no tiene herederos visibles para continuar la lucha que personifica desde hace 40 años, lo que permite presagiar una ardua lucha por la sucesión en caso de fallecimiento.
"El Viejo", como lo llaman cariñosamente sus compatriotas, preside desde 1996 la Autoridad Palestina nacida de los acuerdos de Oslo con Israel.
Durante años considerado como terrorista por la comunidad internacional, fue siempre virtualmente el "presidente de Palestina", un Estado que promete a su pueblo desde hace 37 años, cuando comenzó la ocupación israelí de Cisjordania y Gaza.
Carismático y tenaz, Arafat superó muchos fracasos y derrotas para lograr que la causa palestina fuese reconocida como una lucha nacional por la independencia y no como un simple problema de refugiados.
Sobreviviente de varias tentativas de asesinato, Arafat nunca dejó que surgieran rivales en Palestina. Sus potenciales herederos, en especial Jalil Al Wazir (Abu Jihad) y Salah Jalaf (Abu Iyyad) fueron asesinados por Israel.
CONDENADO
A menudo presentado como su delfín y posible sucesor, el carismático jefe del Fatah en Cisjordania, Marwan Barghuthi, fue condenado en junio a cinco cadenas perpetuas por Israel.
Asimismo, los principales dirigentes del movimiento radical Hamas, incluido su líder espiritual Ahmed Yassin, también fueron eliminados por el ejército de Israel.