Nicaragua celebra hoy comicios generales, en donde unos 3.6 millones de electores buscan alguna esperanza entre la diversidad de candidatos políticos existentes para escapar de la pobreza.
De entre los cinco principales candidatos, surge dos con opciones de triunfo. El hsandinista Daniel Ortega vuelve por cuarta ocasión consecutiva a disputar el solio presidencial frente al liberal Eduardo Montealegre.
Ortega, que lideró al gobierno comunista de entre 1979 y 1990, se considera partidario de una revolución social y económica, rompiendo trabas neoliberales y hasta desafiando la hegemonía de 16 años de parte de los Estados Unidos en su país.
Sin embargo, es difícil olvidar la saga que dejó Ortega como presidente. El país se sumió en una guerra civil y la lucha en el norte pinolero frente a "La Contra" dejó miles de muertos, millones de desplazados y gente emprobecida.
Hoy por hoy, Nicaragua es el segundo país más pobre de América Latina, después de Haití, todo debido en parte al mal gobierno sandinista además de las secuelas del gran terremoto de 1972, la otrora dictadura de Anastasio Somoza y el golpe del huracán Mitch en 1998.
Entretanto, Montealegre se considera un político más pragmático y parece que disputará con Ortega una segunda vuelta el próximo 21 de diciembre.
Sea cual fuera la elección de los nicas, esta debe ser adecuada. Un gobierno de concertación parece la solución, aunque es duro que dirigentes políticos antagónicos como Ortega y Montealegre acepten pactar por el bien de su país.
El pueblo nicaragüense es luchador y esmerado, por lo que no dudamos que este país volverá al progreso que una vez gozó cuando fue la primera nación agrícola e industrial de Centro América.