¿Quién dijo que los campeones no pueden llorar? Ellos, al igual que todos los seres humanos, son de carne y hueso. Sienten... aman... ríen y se emocionan.
Ayer, la leyenda del boxeo panameño, Roberto "Mano de Piedra" Durán, demostró su don de gente y su amor a Panamá, la tierra que lo vio nacer, cuando derramó lágrimas de emoción al momento de recibir la bandera nacional de manos del presidente Martín Torrijos, que lo acreditaba como abanderado de los desfiles patrios del día 4 de noviembre.
“Yo me siento muy honrado, orgulloso y satisfecho por esta designación. Quiero agradecer al Presidente de la República, porque yo nunca había sido abanderado en fiestas patrias. Estoy muy feliz. Gracias Panamá; esto lo hago con el corazón”, destacó "El Cholo" Durán una vez que concluyó el desfile.
“La gente me quiere y yo quiero a la gente. Yo de niño veía los desfiles. Me gustaban. Los miraba por horas. Me ponía detrás de cada escuela y marchaba a su lado y repetía la acción con la que venía atrás”, destacó la leyenda viviente.