Nunca está de más repetir que el sexo en la tercera edad es posible, y lo mejor de todo es que se puede disfrutar plenamente.
Pero hay que aclarar que no será como antes, hay cosas que han cambiado con la edad, aquí te mencionaremos algunas de ellas:
En los hombres, la excitación y el logro de la erección se hacen más lentos, lo cual debe asumir el hombre y comprender la mujer. Pero el desconocimiento afecta y aterra a ambos y puede contribuir al fracaso.
Por el contrario, el hombre, con los años, puede tener un mayor control de su eyaculación y prolongar el acto sexual por más tiempo. La eyaculación se hace menos intensa y menos imperiosa la expulsión y la cantidad de semen. El hombre puede mantener la erección; eyacular cuando lo desee y considerar que el orgasmo en las mujeres se está produciendo.
En contrapartida, luego de la eyaculación la pérdida eréctil es más rápida, y el logro de otra nueva erección es más tardía y a veces imposible. Por eso es importante el conocimiento de estos hechos.
¿Y LAS MUJERES QUE..?
La mujer y su pareja también deben tener el conocimiento del proceso de excitación, y su consecuencia como será la lubricación vaginal que se vuelve más lenta en esta edad, ya que las paredes vaginales son más finas y se atrofian por déficit hormonal.
Sus genitales, su clítoris, labios mayores y menores disminuyen de tamaño, se adelgazan, pero siguen respondiendo a la estimulación sexual, siempre y cuando ella se prolongue. Si ello no ocurre, estos problemas se pueden superar con el empleo de hormonas sexuales sustitutivas, e incluso el uso de lubricantes vaginales artificiales.
Los orgasmos en la mujer pueden ser más débiles, pero se debe insistir en que la sexualidad de la mujer puede volverse más intensa por la desaparición de la posibilidad del embarazo.
Una actividad sexual, frecuente intensa, con estímulos previos duraderos, y mayor logro orgásmico inciden positivamente en una sexualidad estimulante en las mujeres de la tercera edad.