Cada día se registra en Panamá una protesta. La mayoría de las manifestaciones surgen debido a la falta de respuestas por parte de los ministerios e instituciones.
Ante la falta de acción, a los afectados sólo le queda una opción: cerrar las calles con lo que se afecta a terceros y a la economía del país. Entonces, los funcionarios que antes eran sordos o se hacían los desentendidos, corren a atender los reclamos de la población.
El estilo es como un círculo vicioso: reclamo, no hay respuesta, cierro la vía pública y alguien corre a atendernos. Así las cosas, ese siempre será el método que el pueblo escogerá parta que alguien les atienda.
En el intermedio se producen enfrentamientos entre manifestantes y los antimotines. Los casos son palpabales. Esta semana han sido los sucesos en terrenos invadidos por precaristas en Arraiján y los reclamos indígenas de la comarca de Madugandí.
¿Quiénes son más responsables por el cierre de la vía pública?. Los que bloquean la calle reclamando atención del gobiernos o los funcionarios que nunca dan respuestas.
Al final ambos tienen su grado de responsabilidad y será muy difìcil erradicar esa mala pràctica de la sociedad panameña. a menos que cada parte reconozca que se debe cambiar de conducta.