Los indígenas de la comarca Madugandí restaron importancia al llamado de las autoridades para buscar una solución al problema en Bayano, y dejaron plantados al ministro de Gobierno y Justicia, Daniel Delgado Diamante, y a la gobernadora, Gladis Bandiera Pittí.
La reunión, que fue convocada en la sede de la Gobernación, se realizó a puertas cerradas, pero sólo con la presencia de los representantes del Gobierno, en este caso, Delgado Diamante, Gladis Bandiera y el viceministro de la Presidencia, Dilio Arcia.
Sectores indígenas reclaman el pago de una indemnización, la cual asciende a unos 30 millones de dólares, prometida hace 31 años, cuando gran parte de las tierras que habitaban fueron inundadas en unas 12 comunidades, utilizadas para construir la Hidroeléctrica de Bayano.
Ayer, cuando los funcionarios estatales esperaban a los líderes indígenas, Jaime Solís, representante electo de la comarca llegó para anunciar que no vendrían a la reunión, hasta tanto no les garanticen una respuesta satisfactoria y con papeles en mano a sus peticiones.
El grupo de indígenas encabezado por los caciques Nani Tia Benape y Felipe Matos, no descartó volver a las calles para exigir que les paguen lo que consideran, tienen bien merecido.
De igual manera condicionaron su asistencia a una próxima reunión con los representantes del Gobierno, si en esta está presente el Defensor del Pueblo, Ricardo Vargas, con quien se reunieron ayer en horas de la mañana.