Al menos seis personas murieron, otras cuatro se encuentran desaparecidas tras resultar sepultadas y más de 500 sufrieron heridas en la cadena de fortísimos terremotos que sacudió el noroeste de Japón.
La agencia de noticias Kyodo informó de que, además de los cuatro grandes terremotos que sacudieron la provincia de Niigata, se registraron durante cinco horas otras 143 réplicas sísmicas en esa zona litoral, situada a unos 250 kilómetros al noroeste de Tokio.
Fuentes sin confirmar del servicio de bomberos de Ojiya, una de las localidades más afectadas por la ola de seísmos, añadieron a la anterior cifra de víctimas al menos tres niños muertos sepultados al hundirse la vivienda.