Los constantes robos a mano armada en Loma de Piedra, una comunidad semirural localizada en Arraiján cabecera, mantiene alarmados a los lugareños, quienes claman por mayor presencia policial para preservar la seguridad al inaccesible lugar.
Un poblado abandonado a merced de la delincuencia, aunado a la mala condición de la principal vía de acceso a la comunidad y la ausencia de luminarias, crea el ambiente propicio para que los malhechores cometan sus actos ilícitos con facilidad, denuncian los residentes.
Marta Guzmán, una de las afectadas recuerda que en una oportunidad se dirigía hacia su casa de pronto entre la maleza se ocultaba un sujeto que la amenazó con un arma de fuego, despojándola de sus pertenencias. Antes de caer la noche los delincuentes se reúnen en una casa abandonada a la entrada del poblado, en ocasiones vienen de afuera y se unen a los que residen en el lugar para delinquir.
El señor Juan Pérez, quien tiene 40 años de residir en el lugar relató que una ocasión por la ausencia de buses de la ruta interna, debió caminar desde la entrada hasta su hogar a media noche, de pronto en la curva se topó con un sujeto que salió entre el herbazal. "El maleante sacó un arma de fuego, en voz baja me insistió que le diera mis pertenencias, atemorizado no tuve más remedio que entregarle el dinero, reloj, sortija, luego desapareció entre la oscuridad". Recordó que por lo general son sujetos que vienen de otras partes, que viajan desde la ciudad capital o de otros puntos para cometer sus fechorías en estas comunidades, ya que pueden evadirse de la justicia.