La brucelosis es una enfermedad que afecta a los animales y que, incidentalmente, se transmite al ser humano, quien juega un papel mínimo en su propagación.
La brucelosis animal puede generar barreras en la comercialización de los animales y sus productos, lo cual podría alterar seriamente el desarrollo socioeconómico, especialmente de los pequeños ganaderos, el sector más vulnerable en muchas poblaciones rurales. Por esta razón, la OMS y otros organismos han establecido planes para eliminar la Brucelosis de ovinos, caprinos y bovinos tanto en Europa como en América Latina.
Los programas de control y erradicación de la brucelosis bovina tienen un marcado efecto en la incidencia de la infección humana.
Esta enfermedad es de notificación obligatoria en muchos países, sin embargo, las estadísticas oficiales no reflejan el número real de personas infectadas, por lo que se estima que la verdadera incidencia sería de 10 a 25 veces más alta que la indicada.