El tenista español Rafael Nadal, número dos del mundo y primer favorito del torneo de Pekín, tuvo que emplearse a fondo para derrotar al chipriota Marcos Baghdatis en tres sets (6-4, 3-6 y 6-4), en la que fue su vuelta a las pistas después de superar la lesión de abdominales.
La primera ronda del Abierto de China, que se disputa esta semana en Pekín, le deparó a Nadal un rival incómodo, que, a pesar de su modesto ranquin actual (90 de la ATP), le hizo sudar de lo lindo durante dos horas y diez minutos.
"Me he encontrado físicamente bien, pero soy consciente de que no he jugado mi mejor tenis. Estoy feliz de cómo he terminado el partido, he jugado más agresivo, he subido a la red y sólo jugando de esta manera puedo volver a los éxitos", explicó el español en la rueda de prensa posterior al partido.
El de Manacor, aclamado por el entusiasta público chino de la pista central del Centro Nacional de Tenis -la misma en la que ganó el oro olímpico el pasado verano-, pareció totalmente recuperado de los problemas físicos aunque acusó la falta de ritmo de competición. Nadal aseguró que se trata de "una victoria importante" para volver al circuito y retornar la confianza para recuperar la senda de los triunfos. Por su parte, Baghdatis, quien acudió a Pekín gracias a una invitación de la organización, saltó a la pista de cemento azul de la capital china con ganas de reivindicarse tras una temporada plagada de lesiones.
El historial directo de duelos entre ambos jugadores (cinco victorias a cero para el número 2 del mundo) hacía presagiar un favoritismo claro de Nadal, pero la realidad fue más compleja que la estadística.