Los 150 indígenas que durante 19 días marcharon 370 kilómetros desde San Félix, llegaron ayer a la Asamblea Nacional de Diputados para denunciar la entrega a transnacionales de Estados Unidos, Canadá, España, Alemania y Colombia de los recursos naturales y culturales de los aborígenes, lo que ha conllevado a que haya más de 50,000 hectáreas en el país "acaparadas por empresas mineras" y 21 proyectos hidroeléctricos.
El dirigente de la etnia Ngöbe-Buglé, Celio Guerra, afirmó que los indígenas no están "en contra del desarrollo", pero creen que este "debe ser para los panameños y no para empresas extranjeras ni personas que no viven en el país".