La alimentación ideal para las personas de la tercera edad debe basarse en frutas, vegetales y cereales que, combinados con derivados lácteos, les aportarán los nutrientes necesarios. Como complemento para asegurar la ingestión de todas las vitaminas indispensables, deben figurar en la dieta diaria el germen de trigo y la levadura de cerveza.
Es frecuente que las personas de edad avanzada pierdan sensibilidad a los cambios térmicos y, en consecuencia, disminuya su sensación de sed. Así, se produce la tendencia a beber menos de lo debido y el consiguiente déficit de líquidos. Para evitarlo, es aconsejable que tomen frutas y ensaladas en abundancia, así como zumos de frutas y de hortalizas.
Un tipo de dieta para una persona en la tercera edad puede comenzar con un desayuno abundante, un almuerzo a base de hortalizas y verduras, una merienda muy liviana y una cena basada en frutas variadas y abundantes.