A los cincuenta o sesenta años, el hombre y la mujer se preparan para ser buenos abuelos, pero qué pasa cuando a esa edad se tienen que preparar para ser padres nuevamente.
Aquí vale la pena analizar varios factores, pues no solamente es el cambio de vida que tendrán que afrontar en ese momento el hombre y su pareja, sino los riesgo en relación con la salud del nuevo ser.
Siempre se ha considerado que la mujer es la responsable de los males genéticos del bebé, debido a que es en el cuerpo de ella donde se forma el niño, pero lo cierto es que se ha demostrado que la salud del vástago también depende del padre, pues a mayor edad del progenitor aumenta el riesgo de que los hijos sufran esquizofrenia, padecimiento mental u otras enfermedades.
El riesgo es mucho mayor, cuando la mujer está por encima de los cuarenta años, existe la probabilidad de dar a luz un bebé con síndrome de Down, alteración genética que ocasiona retraso mental, al igual que ciertas deformidades físicas.
Por tal motivo, aquellos matrimonios mayores que deseen tener hijos deben comunicarle a un experto de la salud sus intenciones de ser padres a esta edad, para que de esta forma se le practiquen a ambos estudios que detecten posibles anomalías y descartar que el niño nazca con síndrome de Down u otras enfermedades.