La llegada de un nuevo miembro en la familia genera muchas emociones y más si es el primer nieto, debido a que esta noticia suele provocar sentimientos encontrados; por un lado se siente como si se fuera a dar a luz nuevamente y por otro genera la sensación de que se ha envejecido. Ambos sentimientos deben asumirse sin perder la cabeza y con una actitud positiva, de colaboración hacia el seno familiar.
Las abuelas de hoy ya no responden al estereotipo de la viejecilla frágil que hornea galletitas o teje bufandas en compañía de un gato; esa imagen sobrevive solo a través de películas, comerciales, programas de televisión o caricaturas. En cambio, ahora podemos hablar de mujeres que procuran seguir hábitos saludables, practican algún deporte, tienen muchas amistades y llevan una vida sexual activa.
El ser abuela por primera vez no indica que la mujer tiene que cambiar su vida diaria y dejar las cosas que solía hacer para quedarse en casa cuidando de la criatura. Sin embargo, hay un aspecto en el que las abuelas probablemente nunca cambiarán: la unión con sus hijos y nietos; su rol de abuela juega un papel que muchas veces puede resultar un riesgo en los pequeños, y puede ser al mostrarse indiferentes o lejanas, o extremadamente consentidoras.
LIMITES
Hoy día es cada vez más común que los niños se queden solos en casa mientras ambos padres trabajan para cubrir los gastos del hogar, y si bien el pequeño puede ser cuidado en una guardería o por una empleada, en gran número de casos es común que la abuela se haga cargo de esta tarea.
La crianza de los niños no es responsabilidad de los abuelos, sino de los padres, por lo que su función es ayudarlos y no sustituirlos , pues los abuelos o futuros abuelos tienen una vida propia, la cual tienen que disfrutar sin complicaciones ni compromisos.
Por otra parte, una de las fuentes más comunes de conflicto entre padres y abuelos radica en que éstos últimos llegan a consentir mucho a sus nietos, pues les compran juguetes y golosinas en exceso como "muestra" de su amor, o les permiten ciertos comportamientos que los progenitores censuran. Este hecho puede dar pie al surgimiento de relaciones tensas e irritantes que nada tienen de constructivo.