El cuidado de la salud en las personas mayores es muy importante, pues a su avanzada edad el cuerpo y el organismo son más sensibles.
Por ello, cada individuo de la tercera edad debe evitar consumir alimentos con alto contenido de grasas, en especial de origen animal, pues éstas modifican el tránsito del bolo fecal por el intestino, incorporan mayor cantidad de líquidos al interior del mismo y provocan, en consecuencia, una diarrea alimenticia. Este tipo es muy común y aparece cuando aumenta el volumen usual de las comidas, lo que es frecuente cuando los ancianos acuden a un festejo o reunión; el malestar se detiene solo y no es necesario ingerir ningún medicamento, pero, como ya se mencionó, es fundamental mantener bien hidratada a la persona.
Cuando tienes diarrea el excremento se hace líquido, pero tiende a disminuir en cantidad y consistencia, al grado que las evacuaciones (entre 4 y 6 al día) se detienen sin el uso de medicamentos de ningún tipo, solamente con la dieta regular y la hidratación adecuada. Por otra parte, se debe tomar en cuenta que quien pertenece a la tercera edad es más susceptible a sufrir infecciones del tracto digestivo, como gastroenteritis aguda y enterocolitis por parásitos, por lo general, causadas por una ameba.
Ante un cuadro de esta naturaleza, el médico debe investigar a través de exámenes de laboratorio (análisis de muestras de materia fecal) el germen o bacteria causante del problema y combatirlo con fármacos específicos, además de ordenar adecuada hidratación, pues vale decir que la mayor cantidad de pacientes que mueren por un cuadro diarreico se debe, en primer lugar, a la deshidratación.
TRATAMIENTO
Son muy pocos los fármacos que se utilizan actualmente para tratar esta enfermedad, básicamente se debe hidratar al paciente, ya sea por vía oral (tomando agua) o mediante soluciones intravenosas (sueros).
El uso de medicamentos a base de difenoxilato o loperamida deben evitarse en los ancianos, ya que actúan en ciertos centros nerviosos del cerebro, particularmente en el que controla la respiración, por lo que el individuo podría llegar a tener súbita detención de esta vital función.
En resumen, el peligro de la diarrea radica en la deshidratación que sufre el paciente, lo que puede llegar a ser mortal en casos extremos.