Ulíses Terán, un niño de 12 años y destacado estudiante de la Escuela Jamaica, en el área de Viejo Veranillo, en el corregimiento de Curundú, murió ahogado ayer.
Le pidió permiso a su madre para ir a jugar a la cancha deportiva que se encuentra a un costado de la Iglesia San Pablo Apóstol de La Locería, pero se fue con varios amigos a darse un chapuzón en las aguas del contaminado Río Curundú.
El infortunado menor al parecer sufrió un calambre y se ahogó en el lugar sin que sus amigos pudieran hacer nada por salvarlo.