¿Qué consecuencias puede tener el mentirle a una madre?
Muchas. Alguna de ellas, hasta mortales.
Ulises Terán, un adolescente de 12 años y destacado estudiante de la Escuela Jamaica, en Viejo Veranillo, corregimiento de Curundú, había llegado de sus clases ayer, jueves, como cotidianamente lo hacía en horas del medio día.
Aproximadamente, a la 1:30 de la tarde le pidió permiso a su mamá Fermina para ir a jugar a la cancha deportiva que se encuentra a un costado de la Iglesia San Pablo Apóstol, en La Locería.
Pero Ulises no fue a jugar en ese cuadro; al menos no durante toda la jornada.
Junto a una gallada de por lo menos 10 menores, se internó en las aguas del contaminado Río Curundú, para darse un chapuzón sin saber que esa acción le costaría la vida.
El infortunado menor, al parecer, sufrió un calambre y se ahogó en el lugar sin que sus amigos pudieran hacer nada.
SOBRE AVISO
Los vecinos del lugar denunciaron que varias veces han puesto a las autoridades sobre aviso de la presencia de muchachos bañándose en el río infectado de reptiles y otras alimañas, pero han hecho caso omiso.
También cuestionaron la responsabilidad de muchos padres de esos menores, que poco hacen por vigilar a sus hijos que a diario se exponen al peligro.
Una vida joven se perdió por algo que se pudo evitar.