Es cierto, no hay nada más sabroso que las carnes fritas, la lechona, los pastelitos de maíz nuevo, las tortillas de maíz, y todos esos manjares tan típicos de nuestra cocina criolla.
Pero todos estos alimentos contienen grasas en gran cantidad, en particular las saturadas y las ahora tan citadas y temidas "grasas trans".
El abuso de ácidos grasos trans implica que aumenten los niveles del que se conoce como colesterol "malo" (LDL) y que disminuyan los del llamado colesterol "bueno" (HDL).
De igual modo, influyen en el hecho de que la sangre tenga tendencia a coagular y se formen trombos.
Y el aumento de las enfermedades cardiovasculares en Panamá y el resto de la región están estrechamente vinculadas a nuestra deficiente alimentación.
Solo en América Latina unas 2 millones de personas pierden la vida cada año por las enfermedades cardiovasculares, lo que equivale a un 32% del total de las muertes en toda la región.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) en un informe del año pasado, calcuó que una muerte por enfermedades cardiovasculares se registra cada 60 segundos en América Latina.
Entretanto, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) proyecta que 20.7 millones de personas habrán muerto de estas dolencias para cuando haya concluido esta década.
El problema es que muchas de estas personas que han muerto o morirán de enfermedades cardiovasculares, todavía les queda mucho por vivir. Sin embargo, las fritangas los llevan a la obesidad en la juventud, y llenan de colesterol sus arterias.
No se convierta usted en una estadística. Consulte un nutricionista sobre como mejorar sus hábitos alimenticios. Una vez tome la decisión, se sorprenderá en descubrir en el supermercado alimentos más sanos y encima baratos, con los que podrá mejorar su salud y prolongar su vida.