Un proyecto de ley que regule el uso de la gallinaza cruda, presentaron autoridades involucradas en lo que es el aspecto sanitario, a fin de poder controlar el uso de este efectivo abono orgánico.
El uso de la gallinaza cruda, sin tratamiento y la falta de normativas legales que regulan su manejo, han generado grandes cuestionamientos por el mal olor y la proliferación de alimañas que provoca su aplicación; sin embargo, de acuerdo a agricultores que utilizan este mecanismo, el producto es un excelente abono orgánico.
Sobre el particular, Gilberto Samaniego, del Departamento de Protección Ambiental de la Autoridad Nacional del Ambiente (ANAM), indicó que el proyecto que se estará presentado en los próximos días ante la asamblea legislativa, establece la regulación del producto como abono, especialmente en sectores de las tierras altas de la provincia de Chiriquí, en donde esta es una práctica común.
Expresó que hasta el momento no existe en el país una ley que reglamente esto, sin embargo la utilización de este producto es muy frecuente, por lo tanto se necesita contar con un documento que controle su manejo.
Apuntó que el anteproyecto inicial que será presentado por parte de las empresas productoras de gallinaza cruda, ha sido sometido a la consideración de diferentes entidades que intervienen en lo que corresponde al aspecto sanitario, para evitar inconsistencias cuando se complete el escrito.
La elaboración de este producto es totalmente orgánico, sin embargo con el tiempo se han generado algunas dudas, toda vez que atribuyen por su manejo la proliferación de alimañas y malos olores, puesto que para la composición fundamental de este producto, se utilizan desechos de gallinas.
En sectores como Tierras Altas de Volcán y Cerro Punta, en donde se desarrolló una completa producción agrícola, se han dado problemas con este producto, pues por un lado los productores aseguran que su manejo es efectivo en la evolución de sus rubros, mientras que por otro lado, propietarios de hoteles, restaurantes y demás, aseguran que la proliferación de moscas y malos olores que adquieren como consecuencia de su utilización, afectan el desarrollo del turismo en estas áreas.
Ambas partes han considerado que la regulación del producto va traer alivio a los dos sectores, pues por una parte los productores podrán continuar utilizándolo, pero con los parámetros establecidos para no perjudicar a terceros.
En ocasiones, como consecuencia de los múltiples problemas de contaminación detectados en la provincia de Chiriquí, la Autoridad Nacional del Ambiente (ANAM), y el Ministerio de Salud (MINSA), han prohibido la utilización de gallinaza cruda, inclusive han impuesto cuantiosas multas por los problemas ocasionados.