Los Estados Unidos han sido durante décadas el equipo más poderoso y con más talento del mundo, pero hace años que iniciaron un imparable declive instalados en tal prepotencia que han aparecido en el Mundial 2006 con la misión de recuperar el prestigio perdido y eso pasa, en primer lugar, por rebasar a Alemania en cuartos de final hoy.
El equipo estadounidense no ha demostrado nada que les haga favoritos indiscutibles. Es uno más entre selecciones como España, Argentina y Grecia.
Ya no viven en otra galaxia.