"Tengo problemas con el acné, ¿qué puedo hacer?" pregunté a la esteticista Zulma Montero, quien me salió con un as bajo la manga, "lo mejor es tomar un té con hojas de boldo, durante 9 días en ayuno", contestó, asegurando que esta planta no sólo sirve para combatir este mal, sino también para arreglar todo tipo de problemas con el hígado.
El boldo es una planta que tiene muchas virtudes, y la mayor de ella es que es el gran enemigo de la grasa.
TODO SOBRE LA PLANTA
También conocida como la planta del hígado, es un arbusto usado en infusiones para facilitar la digestión, tratamiento de la vesícula biliar y afecciones hepáticas.
Es una planta de hojas perennes y flores amarillas o blancas, que puede alcanzar seis metros de altura, originario de las montañas de Chile, aunque también se cultiva en Italia y el norte de África. Se emplea las hojas enteras o troceadas. Su nombre fue debido al botánico español D. Boldo Molina.
El principio activo de las mismas es un alcaloide, la boldina, que tiene efectos coleréticos, colagogos y diuréticos; presenta también concentraciones menores de otros alcaloides, especialmente isoboldina y laurotenina. De las hojas se extrae también un 2% de aceite esencial, fuertemente aromático, rico en eucalipto y ascaridol.
BENEFICIOS
La infusión que se puede preparar con las hojas de boldo está especialmente indicada para tratar todo tipo de trastornos digestivos tales como dispepsias, flatulencias y disfunciones del hígado y la vesícula biliar, ya que estimula la producción de bilis.
Sin embargo, no son estos los únicos beneficios, puesto que también posee propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y fungicidas. Por otra parte, el boldo está totalmente contraindicado en caso de obstrucción de las vías biliares, en enfermedades hepáticas severas, en el embarazo, la lactancia y en los niños. Además, su consumo desmedido puede llegar a ser tóxico.