La guerra contra el lavado de dinero ilícito se está perdiendo a nivel mundial. No alcanzan los recursos legales de las sociedades organizadas para combatir el volumen de dinero que producen las actividades criminales, indicó el superintendente de bancos de Panamá, Olegario Barrelier.
"Lo que hacemos, lo hacemos porque nos conviene no porque nos lo impone nadie y porque si no lo hacemos, los organismos criminales se van a apoderar de nuestras economías como ya lo han hecho en otros países y se van a apoderar de nuestras naciones como ya lo han hecho superficialmente en otras latitudes", agregó.
¿Se lava dinero aquí en Panamá?, ante esta interrogante, el superintendente dijo que no hay que engañarse: en Panamá se lava dinero, como también en Estados Unidos, en Londres, en París, en Ámsterdam, en todo el mundo.
En el marco del desarrollo de XIII Congreso Hemisférico para la prevención del lavado de dinero y el combate al financiamiento del terrorismo, Barrelier advirtió que no se deben ir con la impresión de que todo está bien, no todo va bien: estamos perdiendo la guerra.
Según Barrelier, a veces se hace engorroso sin duda alguna, y a veces es un poco penoso ver a una persona que ha trabajado toda su vida honestamente enfrentarse a un funcionario de banca que le pide 43 formas diferentes de identificación personal y pese a ello, ocurren casos como los de Rayo Montaño.
Por su parte, la jurista colombiana, Mónica Mendoza, del Programa de Asistencia Legal para América Latina y el Caribe de la ONU, destacó que el combate al "lavado de activos" no va en contra de la economía, la libre competencia o la política de atracción de capitales, pero debe inducir a los países a que adopten "un mismo idioma" o uniformidad en los mecanismos de lucha contra delitos económicos que son cada vez más sofisticados.