Árabe Unido tuvo que sufrir y sobreponerse al mal desempeño del árbitro trinitense Neal Prizan, y al duro juego del rival, para conformarse con un empate agónico (1-1) ante el Dynamo de Houston.
Prizan acaparó todo el protagonismo: se mostró dudoso e inseguro y expulsó a dos jugadores panameños y a tres del equipo gringo.
El Árabe se vio en desventaja desde los 10 minutos, al quedarse con diez por la roja mostrada a Daniels. El mal arbitraje provocó la ira de Richard Parra, DT del Árabe, quien no dudó en decir que les habían robado.
El partido terminó casi en penumbras, porque las luces del estadio Agustín "Muquita" Sánchez se apagaron cuando se cumplía el tiempo de compensación.