Por tercera vez en cuatro meses, decenas de miles de argentinos se reunieron frente al Parlamento para reclamar mayor seguridad, pero en esta oportunidad se sumó el pedido de una reforma política.
Con velas encendidas, los manifestantes se unieron al empresario textil Juan Carlos Blumberg, quien ha emprendido una "cruzada" contra la inseguridad desde que secuestraron y asesinaron a su hijo Axel, un estudiante de ingeniería de 23 años, cuyo cadáver apareció en marzo pasado en un descampado con un disparo en el cráneo.
"Acá los derechos humanos son para los delincuentes, no para los ciudadanos. A mí nadie me vino a ver cuando mataron a Axel", dijo Blumberg ante una multitud que alentaba sus propuestas y pitaba cuando nombraba a algún funcionario público.
La de hoy es la tercera marcha que convoca el empresario textil para exigir mayores medidas de seguridad.