Los casinos -uno de los negocios de mayor expansión en Panamá- no sólo están bajo la mira de la junta de control de juegos, sino que cada vez están llamando más la atención del Fondo Monetario Internacional, que ha lanzado una alerta a nivel internacional para establecer más estrictos controles en esta actividad.
La causa es que el negocio del juego, tanto en su forma física como por la Internet, es uno de los medios que están siendo utilizados por el crimen organizado para el blanqueo de capitales.
Así lo explicó ayer Gustavo Vásquez, técnico del Fondo Monetario Internacional (FMI), quien presentó ayer una disertación durante la segunda jornada del Congreso Hemisférico para la Prevención del Lavado de Dinero.
Aunque señaló que el FMI no le dirá a un país cómo debe regular el negocio, advirtió que cada nación debe imponer sus propias regulaciones, y que deben tener un régimen fiscalizador "muy estricto".
"No es que estemos diciendo que todos los delitos de lavado o blanqueo de dinero, se realicen a través de los casinos, cada país tiene que revisar dónde están sus debilidades", agregó.
Actualmente en Panamá hay siete operadores de casinos.