Con la salida hoy viernes, del último grupo de siete reclusos trasladados, se pondrá fin a los 85 años de historia como sitio de reclusión que tenía la isla penal de Coiba, ubicada en el pacífico veragüense, la cual por órdenes del actual gobierno, dejará de ser el albergue para los más temidos y peligrosos reos de este país.
Y es que desde el pasado martes, por órdenes del Ministerio de Gobierno y Justicia, la Dirección General del Sistema Penitenciario Nacional conjuntamente a la Policía de Veraguas, iniciaron el traslado por mar de los últimos 27 internos que se encontraban purgando condenas en esta colonia penal que funcionaba desde 1919 y que comprendía un total de 24 campamentos.
El desalojo de los reos se ha dado en tres fases, la primera fue el pasado martes cuando se trasladaron a un primer grupo de 12 internos, luego este miércoles en medio de algunos contratiempos mecánicos con una lancha rápida utilizada para el traslado, a las 11:10 p.m. se dio la llegada de otros 8 reclusos, mientras que el proceso se espera termine hoy viernes cuando arriben a Puerto Mutis de Montijo, los últimos 7 inquilinos de este centro penal.
En este caso, los desperfectos mecánicos que sufrió la lancha de la Autoridad Nacional del Ambiente (ANAM) en Veraguas, por poco y frustra el traslado del segundo contingente de 8 reos, ya que el percance registrado provocó que el piloto de la embarcación se desviara hacia el puerto de la playa El Banco en San Lorenzo de Soná, lo que retrasó la llegada del grupo de internos que estaban siendo esperados por un contingente de la Policía Nacional, en Puerto Mutis de Montijo.
Las estimaciones de las autoridades policiales eran que este grupo de presos debía llegar a las estación de policía de Puerto Mutis aproximadamente a las 4:00 de la tarde, no obstante, el mencionado percance impidió que fuera así, por lo que no fue hasta altas horas de la noche del miércoles que se dio el arribo de estos sujetos privados de libertad.
Por el momento los 20 reclusos que fueron trasladados se encuentran en la cárcel pública de la ciudad de Santiago, en donde no se ha precisado por cuanto tiempo se mantendrán en este centro penal, ya que una fuente del Sistema Penitenciario informó que el deseo de los reclusos es que sean trasladados a la cárcel pública de Penonomé.
Con el traslado de los últimos 27 internos de la isla penal de Coiba, el gobierno saliente de la presidenta Mireya Moscoso, pone fin a la histórica vida de este lugar como albergue de reos peligrosos, para dar paso a los proyectos que tendrá que impulsar el nuevo gobierno que tendrá que dar pleno cumplimiento a la ley del Parque Nacional Coiba, el cual de ahora en adelante se convertirá en un sitio protegido para investigaciones biológicas aprovechando los recursos de flora y fauna tanto marina como terrestre que ésta posee.