Varios titulares olímpicos cayeron ayer en la lucha greco-romana en una jornada que vio nacer un llamativo y exuberante campeón: el egipcio Karem Gaber.
Como si estuviera peleando con muñecos de trapo, Gaber ganó la categoría de 96 kilos jugueteando en semifinales con el ex campeón mundial turco Mehmet Ozal y luego aplastando al georgiano Ramaz Nozadze, para celebrar después.