Rusia declaró un día de luto tras el misterioso doble siniestro aéreo en el que murieron por lo menos 89 personas.
"Rusia ahora tiene su propio 11 de septiembre", dice el titular del diario Nezavisimaya Gazeta.
Las banderas se izaron a media asta y los medios de comunicación retiraron del aire los programas de comedia.
Los familiares de las víctimas visitaron los restos de los aviones.
Mientras tanto, una comisión del gobierno ruso lanzó una investigación de los siniestros, que ocurrieron casi simultáneamente en diferentes lugares del país.
Sibir Airlines, la aerolínea dueña de una de las aeronaves que se estrelló, afirma que el piloto envió un mensaje de alarma por secuestro segundos antes de perder contacto con la torre de control.