El día que Agripino Quintero se desvaneció muchos pensaron en algo trágico, pero el boxeador veragüense siempre contó en su esquina con un aliado omnipotente que fue Dios.
El púgil salió hace dos días del Hospital Santo Tomás sin tener complicaciones, depués de haber sido internado prácticamente en coma.
El Dr. Jorge Puerta, médico cirujano, explicó ayer que la atención mientras se trasladaba al hospital fue determinante en lo que sucedió en horas posteriores.
En la Clínica San Fernando un neurocirujano lo recibió y lo trató de inmediato con oxígeno, tratamiento intravenoso y un medicamento llamado Epamil para disminuir el coágulo de sangre que se le había formado en el cerebro. Además se le aplicó Umeritol, un medicamento para bajar la hinchazón interna. Agripino Quintero hoy está en casa fuera de peligro.