El líder del opositor Partido Laborista de Israel, Shimon Peres, pidió que se lleven a cabo elecciones adelantadas en el país, eliminando virtualmente toda posibilidad de nuevas conversaciones para formar parte del gobierno.
Esto se produce luego que el Partido Likud prohibió al primer ministro, Ariel Sharon, negociar para formar una coalición.
Sharon había prometido más temprano continuar la retirada israelí de la Franja de Gaza, a pesar del revés que le propinó su propio partido al rechazar la propuesta para crear una alianza con el Partido Laborista, a fin de lograr la mayoría en el Parlamento y obtener apoyo a su plan.
El partido Likud de Sharon propinó una contundente derrota a su líder, cuando votó (58% en contra) de permitirle negociar "un gobierno de unidad" con la oposición laborista.