La depresión es uno de los problemas más grandes a nivel personal que encontramos, una de las enfermedades psicológicas más comunes y que más estragos está haciendo en el siglo XXI. El vacío del ser humano, el no encontrarle sentido a la vida, a las cosas, a lo que hace, unido a las prisas, el luchar obsesivamente por surgir, por tener una seguridad económica, las excesivas preocupaciones y el desgaste mental y emocional y físico, están llevando a las personas al colapso nervioso, a la ruina de la depresión.
La depresión puede ser el signo, el timbre de alarma de un vacío existencial en el ser humano, la señal de que algo grave está pasando en su interior. El echar a Dios de la vida, el perder el sentido de trascendencia producen una desgana profunda, un volverse hacia sí mismo pero sin encontrar consistencia profunda, haciendo que el ser humano solo haga las cosas por fines egoístas, produciendo al final una pregunta triste: "¿ y para qué hago todo esto? ¿ Todo esto para qué?. Me siento vacío, solo, perdido."
Quiero preguntarle lo siguiente: 1. ¿ Se convierte en un autómata en su trabajo, haciendo las cosas por hacerlas, sin entusiasmo, sin vida?. 2. ¿ Cae en un llorar o sollozar intermitente, con momentos más tristes y algunos buenos?. ¿Se pasa largas horas durmiendo, o quedándose en la cama mucho tiempo, o sentado en una silla horas y horas sin hacer nada?. ¿Siente auto-lástima o desprecio por usted mismo?.
En el fondo de todo depresivo hay un deseo de destruirse, de acabarse. Ya no quiere luchar y se declaró a sí mismo derrotado. Todo lo ve gris, negativo, sin solución.
A contar las cosas buenas que tiene usted, lo bueno que ha hecho, a pensar en un Dios que lo ama, que lo hizo a su imagen y semejanza. ¿Lo han jubilado y se encuentra de que no hace nada y de que no es útil para nada? Pues a buscar qué hacer por los demás, a mantenerse activo en otras cosas, a no dejarse vencer por la inercia. ¿Tiene un gran agotamiento mental y físico? A tomar un tiempo de descanso, a hacer deporte, a cambiar su dieta por una alimentación saludable, a ingresar en un grupo religioso y a buscar hacer cosas agradables sin otro interés que divertirse sanamente. Si se llena de Dios, vive intensamente su fe, busca nuevas metas, goza de amistades sinceras y ve cada día como algo nuevo, podrá vencer la depresión porque con el Señor usted es invencible.