Presidentes de la República, locutores de radio y televisión son los más expuestos a los escandalosos errores gramaticales, que provocan un daño terrible a la niñez y a la gente de a pie, que da como un hecho bueno lo pronunciado y dicho, porque lo dijeron en la tele.
Patear al idioma ha sido la oración que hemos escogido para protestar por los entuertos a propósito que se comenten con el español en Panamá. Con la pronunciación y la sintaxis tenemos para darnos cuenta que muchos ciudadanos le dan la misma importancia a su forma de expresarse que sí pasara el camión de la basura con la frecuencia de siempre.
A nosotros nos ha tocado observar mandatario sudar sangre a la hora de encontrar las palabras adecuadas para formar una oración sencilla y comunicarse con el público. Hemos escuchado a ministros de estado hablar como verdaderos maleantes, pronunciándose con el cantadito característico de nuestro arrabal folclórico, comiéndose las consonantes, tragándose las "S" y diciendo "ínabos" (por Íbamos), "tánabos" (por estábamos).
En nuestra autodidacta y corta carrera gramatical, nos hemos encontrado con funcionarios increíblemente cuidadosos y celosos de nuestro idioma. La ex concejal Astrid Wolf, edil de Municipio Capitalino, escudriñaba línea por línea cada palabra en Acta, o correspondencia y encima de ello, no lo pensaba dos veces a la hora de corregir cualquier error de cacofonía en las disertaciones de sus colegas.
Comentarios burlones y adversos a varias de las bellezas que leen en los noticieros de televisión abundan. Existe una en TV que si no "juera" tan bella, "jace" tiempo que la hubiese invitado a los concursos que realiza el programa radial naturaleza para los niños que leen párrafos completos de nuestra historia y en donde se califica: Pronunciación, las pausas que corresponden al punto y coma, al punto y seguido, al punto y aparte y al punto final. En Panamá, debiese existir un programa para condenar con la burla a todo aquel que disfruta pateando a nuestro idioma.