Fuente: No hay baños.
En la hermosa postal viva hay baños, pero permenecen cerrados porque no hay quien los limpie. Sucede que el Municipio de Panamá todavía no tiene la totalidad de la administración del complejo, por lo cual no hay personal designado para el aseo de los sanitarios, y para evitar que se conviertan en desastres, se mantienen cerrados.
Crítica: ¡Qué bien! ¡Hay teléfonos públicos!
Fuente: ¡No! Sólo están los aparatos, pero todavía no hay línea telefónica.
Crítica: ¿Y qué tal la seguridad?
Fuente: Hasta el momento se ha mantenido algunas unidades del Municipio de Panamá vigilando el área, pero en cuanto a seguridad no ha habido problema, pues la gente se está comportando decentemente.
Van pa'l cielo...
¡De todo hay en la viña del Señor! Algunos de los visitantes a la Cinta Costera se quejaron de la falta de bancos alrededor de la vistosa fuente de altos chorros. "Como no hay sillas allá, hay que sentarse en los muros. Uno viene aquí porque queremos estar cerca del agua", comentó una señora que por segunda vez ha visitado la maravilla panameña.
"¡La obra es hermosa, de eso no hay dudas, pero es muy caliente!", compartió un norteamericano que paseaba con su novia.
La gente ve el mar y se forma la idea de frescura, pero lo cierto es que el contraste del mar con la selva de cemento es notorio. Un calor húmedo, pegajoso y sofocante se apodera de los visitantes, aun cuando el sol no se ha escondido.
"¡Ah!, pero en la noche, la cosa es diferente. Corre mucha brisa. ¡Sabrosa!", aseguró uno de los vigilantes.
¿Lo más impactante?
Bueno, a veces hay basura regada, pero en otros días la Cinta Costera se observa limpia. Es cuestión de educación. No hay que ser cochinos. Utilice los tinacos colocados a lo largo. Esta obra fue hecha con nuestros impuestos. ¡Cuídala!