En las últimas semanas mucha gente que acude a la policlínica de la Caja del Seguro Social "Roberto Ramírez de Diego", se ha percatado de la presencia de un nuevo agente de la Policía del Tránsito que es toda agilidad y, sobre todo, amabilidad, tanto con los automedontes como con niños, damas y gente de la tercera edad. Ese personaje es el sargento Juan Batista y viene procedente de la provincia de Colón.
El sargento Batista le conversa a los conductores para que se detengan, al momento que ayuda de la mano a pasar las líneas de seguridad a todo el que lo necesite. Mientras va cruzando a las personas le va conversando. A las señoras mayores les dice "mis queridas damas". A todas las respeta. A los niños les habla, les sonríe, no sé qué les dice, pero cruzan con él riéndose al igual que lo hacen las madres y padres de estos niños. Desde que este sargento llegó a este lugar a trabajar, ya no se escuchan los insultos de personas que se han visto en situaciones muy peligrosas o a punto de ser arrolladas por conductores que siempre irrespetaron estas líneas de seguridad para cruzar a la policlínica.
También hemos observado a conductores hacer la señal de aprobación con el dedo pulgar de la labor que viene desempeñando el sargento Juan Batista.
Mientras que la Policía Nacional viene desarrollando el Plan de "Mano Dura" contra la delincuencia en el país, que para algunos está muy bien y para otros no, y que a la Policía se le mira con otros ojos por los que no están de acuerdo con este plan, el sargento Juan Batista ya se ganó el respeto y el corazón del pueblo chitreano, por saber combinar su trabajo de policía con respeto, dignidad, buenos modales y, sobre todo, con una energía cargada de positivismo que contagia y gusta a todos los que lo ven.
Dicen que nadie es profeta en su tierra. Entonces este policía vino a hacerlo en Chitré. La municipalidad u organizaciones cívicas de este distrito deben reconocer la labor de este humilde servidor que ha venido de otra provincia a demostrar y compartir su educación.