Estados Unidos mantiene su alerta frente a potenciales blancos terroristas. El Canal de Panamá es uno de ellos y por eso desde hace un par de años se adelantan maniobras multinacionales para defender a la vía acuática.
Antes la preocupación de Washington respecto al Canal era la supuesta influencia de la China Comunista y las incursiones de la guerrilla y los paramilitares colombianos Ahora el temor es otro. Los gringos temen que uno de los barcos en tránsito pueda convertirse en una bomba flotante y afecte la operación de las esclusas y con ello al comercio mundial.
El Canal de Panamá tiene uno de los mejores sistemas de seguridad industrial. Se cuentan con equipos que cualquier Policía de la región envidiaría, pero hay una realidad el Canal es indefendible ante un ataque terrorista, y así lo han aceptado los propios norteamericanos.
Sin embargo, hay que estar preparados y los ejercicios Panamaxx 2005 forman parte de las medidas para tratar de evitar un hecho de esa índole. Desde esta semana más de 3, 500 efectivos de 15 países se movilizan por mar, aire y tierra para proteger al Canal.
Además hay que recordar que hace tres años, Panamá firmó acuerdos con 16 agencias de Estados Unidos para enfrentar cualquier imprevisto o desastre, que pueda afectar el funcionamiento de la vía acuática.
No hay que pasar por alto también la existencia del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), que es uno de los instrumentos invocados por Estados Unidos en su guerra contra el terrorismo.
Surgido en los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial, el TIAR destaca que un ataque armado a uno de sus miembros es un ataque a todos los países que ratificaron ese instrumento.