La calidad de tiempo que invertimos en nosotros mismos y en los demás determina la satisfacción personal que podamos obtener para lograr la felicidad interna que requiere el ser humano para sentirse a plenitud.
El tiempo productivo tiene como objetivo valorizar nuestros momentos en la vida, por los cuales el individuo experimenta, madura y se desarrolla. El tiempo libre sólo puede entenderse en relación al tiempo dedicado a actividades productivas, ambos son indispensables en la protección de nuestra salud y en la promoción de la misma.
Esta relación adquiere especial importancia al enfrentar problemas emocionales en el transcurso de la vida, problemas que necesitarán una persona equilibrada en la toma de decisiones que tengan resultados positivos. El tiempo libre es la parte del tiempo fuera del trabajo destinada al desarrollo físico e intelectual del hombre, aquel que se dedica también al descanso, la recreación, la compensación y la creación.
El tiempo está dedicado a diferentes sectores y actividades necesarias como son: la familia, relaciones espontáneas, interacción con parientes donde se comparte orientación, afecto y apoyo; la comunidad, es la participación voluntaria en acciones de desarrollo de tipo social; el trabajo, implica obligación y compromiso, también da origen a la retribución o sanción; la recreación, actividades para desarrollar o mejorar capacidades en actividades espontáneas y diversas; el descanso, en el que existe un propósito definido de recuperar energías y disminuir tensiones, implicando cierto distanciamiento con las actividades cotidianas. El uso adecuado del tiempo libre y la salud, entendida como un estado de completo bienestar físico, mental y social están estrechamente relacionadas. La recreación, el descanso, la producción creativa y el desarrollo de actividades grupales de distracción, son los que cumplen la función del equilibrio en los aspectos biológicos, sicológicas y social de los individuos.