El cuerpo encontrado en playa Farfán, el pasado martes, fue identificado como Ovidio del Cid Castillo, de 48 años, comerciante chiricano, residente en la comunidad de Portón, el cual se dedicaba a transportar productos agrícolas hacia el Mercado de Abastos en la ciudad capital, dos veces por semana.
Daira Elizabeth Pérez, esposa de la víctima, con lágrimas, comentó que pudo reconocer a su esposo por las botas y la vestimenta.
La última vez que lo vio fue el pasado martes, cuando salió hacia Panamá a buscar el camión con mercancía que había dejado en el Mercado de Abastos, afirmando que su esposo era una persona muy sociable y no tenía enemigos.
Con su muerte deja en la orfandad a cuatro jóvenes, una de 21 años, 18, 17 y 14, quienes han quedado desamparados y destrozados por la pérdida de su padre.
Según Elizabeth, a través del puesto de Policía ubicado en la frontera con Costa Rica, logró mayores detalles sobre dónde localizar el cuerpo de su esposo, añadiendo desconocer la ubicación del camión.
Agrega que Ovidio salió solo el día martes de Chiriquí, aunque en ocasiones se hacía acompañar de alguna amistad.
Elizabeth exige justicia para su esposo, quien se dedicó por 20 años a comercializar productos agrícolas.
La mañana del jueves el cuerpo de Ovidio fue trasladado de la morgue del Hospital Nicolás Solano a la morgue del Ministerio Público, aun con las esposas metálicas colocadas en sus manos en tanto que su frente aparecía hundida y el rostro con rastros de sangre.
El cuerpo presentaba un impacto de bala en el lado izquierdo de la cabeza, aunque no habían visibles golpes en el resto y anatomía.
Por su parte, los hermanos de Ovidio coincidieron en que el mismo no tenía enemigos y siempre fue un buen padre.
SOSPECHA: CLAMAN JUSTICIA
Sus hermanos no descartan que la muerte de Ovidio fuera a manos de delincuentes que intentaron robarle. El cuerpo fue trasladado a su residencia en Portón y hoy será el sepelio.