Una bebé con pocas horas de nacida fue encontrada en un herbazal, tapada con una hoja de zinc. Por casualidad dos campesinos que caminaban por la montaña de El Peñoncito, en El Carmen de Alcalde Díaz, escucharon el llanto de la recién nacida, que estaba como Dios la trajo al mundo.
La niña tenía todavía pegado a su cuerpo el cordón umbilical y la placenta. La criatura estaba cerca a un pozo de agua sucia.
Se trata de una bebé prematura que pesa tres libras y 10 onzas. Ahora permanece en una incubadora en la sala de recién nacidos del Hospital del Niño, donde se le colocó un ventilador para ayudarla a respirar, porque presenta una infección en los pulmones.
El doctor Manuel Espinosa dijo que aunque la infante presenta una respiración débil, tiene posibilidades de salir bien.
Las autoridades investigan a una joven de 24 años, como sospechosa.