El presidente paraguayo, Nicanor Duarte, admitió graves fallos en el control de los sistemas de seguridad de los edificios de su país tras el incendio que devastó un hipermercado y dejó alrededor de 400 muertos.
Todo apunta a que el desastre en el super Ycuá Bolaños pudo deberse a un escape de gas o un corto circuito del sistema de refrigeración en el patio de comidas del local, cuyas puertas fueron cerradas por los guardias para evitar actos de pillaje o que la gente se fuera sin pagar.
El hijo del dueño del supermercado, Daniel Paiva, culpó del incidente al gerente de salón del centro comercial, Vicente Ruíz, quien falleció en el lugar.