Los que piensan en positivo se recuperan de las enfermedades antes, y viven más y mejor. Aunque se aprende en la infancia, se puede fomentar a cualquier edad.
3 CONSEJOS PARA EL CAMBIO
Practica el amor (tanto el físico como el emocional). Las relaciones que establecen vínculos íntimos con los demás te convierten en un ser más completo y abierto a otras opiniones.
Ponte metas alcanzables. Las personas optimistas no suelen formular deseos grandiosos, sino que anhelan cosas muy corrientes, fácilmente realizables.
Diviértete jugando. El gusto por el juego y la travesura infantil (no por las apuestas) es un factor indispensable. Esta tarea te ayuda a no tomarte en serio y convierte la autocrítica en la costumbre de reírte de ti mismo.