Inspirado en la antigua Grecia y en las ideas de la caballería medieval, el rescatador de los Juegos, el barón Pierre de Coubertin, consideró que las Olimpiadas eran "la exaltación solemne y periódica del estado físico masculino con el aplauso de las mujeres como recompensa".
ATLETAS DESNUDOS
Cuenta la historia, que como los atletas de la antigüedad competían desnudos -para mostrar con orgullo su condición física-, las mujeres no podían entrar ni siquiera como espectadoras, así que decidieron crear sus propias justas en honor a la diosa Hera. Ellas competían en carreras de pie en el Estadio Olímpico.
LO QUE NO HACIAN
A pesar de que Coubertin creía que los Juegos Olímpicos eran una alternativa para la paz mundial, no incluyó a las mujeres en el programa porque en esa época se creía que eran figuras de mostrar y existía un mito muy grande sobre su capacidad de hacer algún esfuerzo porque podrían atrofiar su función reproductiva.
POR ALGO SE INICIA
En los juegos de París en 1900 lograron participar algunas mujeres en unos cuantos deportes, pero con la renuencia de los organizadores.
De 1.066 deportistas que estuvieron presentes, tan sólo siete fueron mujeres y el resto machos.