Quizás a muchos transportistas no les guste el calificativo de "diablo" al bus chino que comenzó a circular ayer desde las 5:00 a.m., pero a la gran mayoría de panameños no le queda de otra, pues no será fácil lavarle la cara a los "diablos rojos" que tanto daño han hecho y siguen haciendo a los usuarios.
Aunque será difícil colocarle un disfraz de oveja al lobo feroz, el gremio transportista intentará hacer creer a los miles de usuarios que sí pretenden transformar el sistema actual para darle paso al modernismo.
El primer recorrido del "diablo chino" tuvo a pasajeros madrugadores, entre ellos el propio jefe de la ATTT, Severino Mejía, quien vivió en carne propia el trajín de venir del lado Este de la ciudad a la capital. El ejercicio fue agridulce. Agrio porque da vergüenza que los dirigentes no pudieron reconfigurar el letrero electrónico que estaba en chino para colocar Pedregal - Corredor en español, además de ciertos detalles internos como el aire acondicionado. Fue dulce por la comodidad de viajar sentado para descansar algo antes de llegar al trabajo en un bus que aparenta ser 100% de lujo o de agencia como dicen los panameños.
La práctica debe servir para medir la posibilidad de cambiar plenamente el sistema, siempre y cuando exista el interés de todas las partes. Los usuarios también deben tomar en cuenta que, sea el bus chino u otro medio de transporte, hay que proteger la unidad contra rayones, daños en el tapiz y, sobre todo, no tirar comida dentro para evitar las plagas.
Caminemos juntos y soñemos con que este es el primer paso para acabar con la era de los "diablos rojos" e iniciar así la era del modernismo dentro del sistema de transporte público en la República de Panamá por la salud de todos.