Como un homenaje a sus hombres y mujeres que han hecho el mejor de sus esfuerzos en el pasado y los que hoy aportan en el presente sin distingo de los cargos, rangos o posición que han ocupado y ocupan actualmente, nuestro reconocimiento en el día del Servicio Marítimo Nacional, no pudiendo ser mejor fecha que el 16 de julio la cual también es el día de la Virgen del Carmen (carmen significa poesía en latín) la patrona de los hombres de mar, quien será por siempre su gran timonel y protectora.
La Marina Nacional nace con la República, sufre transformaciones, tiene sus altas y bajas, siempre producto de las situaciones, de los intereses de los hombres y las circunstancias de turno. Si como ente de seguridad se le hubiese permitido el desarrollo propio de esta institución que custodia nuestras aguas, hoy fuera por el producto del desarrollo de una centuria, una marina entre las mejores de América, pero hacia allá va sin lugar a dudas. El Servicio Marítimo es el resultado del trabajo y la dedicación de muchos hombres durante muchos años, del componente humano en apoyo a las gestiones de sus Comandantes y sus equipos de trabajo. Actualmente se proyecta hacia nuevas misiones, retos, nuevas transformaciones en beneficio del país, con tareas difíciles por delante que sin duda alguna cumplirá a cabalidad su Director General con el Directorio que lo respalda.
No puedo concluir sin resaltar que Panamá y el Servicio Marítimo Nacional tiene sus héroes, nos relata en su libro La Batalla de San Miguelito el profesor Roalando Sterling en la página 27 lo siguiente: "en Coco Solo (Colón), en este lugar, sede de una guarnición naval, un contingente de cien infantes de marina panameños rechazó en dos ocasiones, con feroz resistencia, a las tropas extranjeras" y continúa narrando los hechos. Complementando la información sobre este héroe del Servicio Marítimo Nacional, nos cuenta su padre (el Teniente jubilado Castillo) que la impresión de los norteamericanos por el accionar de su hijo fue tal, que como gesto de reconocimiento una vez pasada la invasión, lo buscaron y le entregaron la bandera de Panamá con la cual murió su hijo.
La institución le hace honor a este valiente oficial al designar a la Escuela de Marino con el nombre "Teniente de Fragata Manuel Castillo".