El proyecto de la Cinta Costera fue criticado fuertemente por varios sectores, pero hay que reconocer que la obra le ha dado un mejor rostro a la ciudad.
El tramo vial, sus puentes y sobre todo el área de esparcimiento es el reflejo del avance que ha tenido Panamá. Los gobiernos son recordados básicamente por las grandes obras que dejan y sin duda que la administración Torrijos, tendrá a la Cinta Costera, como uno de sus mejores legados.
La vía ha agilizado el endemoniado tránsito vehicular que se registraba cada mañana a la altura de Paitilla y con el uso del Corredor Sur, se puede ir de un extremo a otro del distrito capital en cuestión de minutos.
Los domingos se observa a una marea de panameños ejercitándose, dando un paseo familiar y se aprecia a la juventud colmando las diversas canchas de baloncesto.
Es necesario reforzar la vigilancia, colocar cestos para la basura y pasos elevados peatonales para cruzar la avenida Balboa, situaciones que deben ser avanzadas por las nuevas autoridades.
El panameño debe cuidar esta obra que fue hecha con los impuestos de todos y por ende pertenece al país. Se debe colaborar con el aseo no lanzando desperdicios en el área de esparcimiento y recoger la porquería que defecan sus mascotas. Hay que cuidar lo que nos pertenece.