Mozart, en las manos de dos estupendos pianistas, los hermanos Víctor y Luis del Valle, fue el encargado de subir la temperatura de la quinta entrega del programa cultural 2006 de la Asociación Nacional de Concierto.
Terence Ford G. presidente de la Asociación Nacional de Concierto este dúo de jóvenes demuestra que "la música clásica no es música de muerto".
Después de un merecido intermedio, la sopresa la dieron cuando cada uno de los muchachos que empezaron a tocar en un piano distinto piezas de Witold Lutoslawski, Maurice Ravel, que por su grado de dificultad dejaron a más de uno con la boca abierta por la maestría con la que fueron interpretadas.