Una impresionante marea "azzurra" (color de la selección italiana) tomó literalmente las calles de toda Italia, tras el triunfo ante la francesa en la ronda de penaltis de la final de la Copa del Mundo de Fútbol de Alemania 2006.
El cuarto triunfo "azzurro" en un mundial futbolístico ha sido, sin duda, el más seguido en las calles del país. Es difícil dar el nombre de una ciudad, de un pueblo, por pequeño que sea, donde su respectivo municipio no haya instalado pantallas gigantes en una de sus plazas para que sus conciudadanos siguieran en directo el partido.
En toda Italia, de norte a sur, de este a oeste, los "tifosi" siguieron en las calles el partido de su selección.
Un seguimiento en directo en las plazas que tuvo sus puntos "más fuertes" en el Circo Massimo de Roma, la Piazza del Duomo de Milán, la Piazza del Plebiscito de Nápoles, la Piazza San Carlo de Turín o en Lungomare de Rimini.
En cada una de ellas, bañadas con las banderas nacionales y los colores de la selección y del país ("tricolor") que se lucían en las camisetas y otras prendas que llevaban los allí presentes, se batieron todos los récords de presencias de los partidos anteriores, con varias decenas de miles de aficionados.
Incluso, en el Circo Massimo, el estadio construido hace miles de años por Domiziano, se estima en más de 300.000 personas las que allí se dieron cita para seguir el partido mediante las tres pantallas gigantes allí instaladas.
En el Circo Massimo, está prevista hoy una "gran y multitudinaria fiesta" de bienvenida a los "azzurri".
bbCirco Massimo
En este lugar de la historia de la Antigua Roma, actual símbolo de congregaciones, recibirán a los campeones.