La legisladora Teresita Yaniz de Arias manifestó que el problema de las niñas y niños trabajadores es un signo de descomposición social, porque las mismas empresas que los emplean los explotan y no ayudan a que asistan a las aulas de clases.
Sus impresiones se dieron luego que se logró un consenso en el Acto Legislativo de Reformas Constitucionales para que quedara prohibido el trabajo de los menores de 14 años y que los jóvenes de 16 años sólo pudieran trabajar una jornada que no excediera las 6 horas diarias, ni laborar en jornadas nocturnas.
Indicó que en el proyecto era necesario excluir la frase "salvo las excepciones que señale la ley", ya que en el mundo no existe un país que permita el trabajo de niñas y niños.