Los papás de Britney Spears están presionando al nuevo novio de la artista, el bailarín Kevin Federline, para firmar un contrato prenupcial, en el que acepte no tocar ni un centavo de los 180 millones de dólares de la estrella pop.
De acuerdo a información de la prensa británica, los progenitores de la cantante temen que el nuevo amor de su hija "esté detrás del dinero y fortuna de Britney".
Esto salió a la luz, poco después de que la joven pareja decidió casarse en próximas fechas en Los Ángeles.