El maquillaje no es sólo vanidad, sino también resaltar los rasgos que más nos favorecen y que la gente nos vea bellas.
Ahora, según tu edad, puedes escoger el maquillaje que más te convenga
DE VEINTE A TREINTA Y TANTOS AÑOS
Base: Se comienza con las cremas coloreadas formuladas libres de aceites hasta llegar a las bases fluidas de máxima cobertura. Todo en tonalidades neutras y transparentes.
Blush: Mejillas tenuemente ruborizadas en tierras suaves con efectos luminosos que se pueden intensificar en los maquillajes de noche.
Sombra: Delgadas líneas de delineador de ojos y pigmentos en tonos arenas y pasteles con micropartículas irisadas.
Labial: Productos de larga duración de cobertura total en colores vivos y satinados.
DE TREINTA A CINCUENTA
Base: La piel comienza a precisar luminosidad, aunque no brillos. Hay que renunciar a las bases mates y buscar las fórmulas capaces de homogeneizar el cutis de forma que cubran las posibles manchas que hayan aparecido con el paso del tiempo.
Blush: Lo mejor es mezclar dos colores para adaptarse a la forma de las mejillas y crear volúmenes. La gama de los rosas y los melocotones resulta muy adecuada a estas edades.
Sombra: Precaución con los tonos nacarados y metalizados, ya que si no se aplican correctamente, pueden resaltar las arrugas.
Labial: El delineador llega a ser el gran aliado para evitar que los.