Tu cuerpo necesita que lo consientas y qué mejor manera de hacerlo, que escaparte por un tiempo de los ruidos de la capital, alojarte en lo más sutil de la naturaleza y recibir un masaje combinado con aromaterapia y musicoterapia.
CERO TENSIONES
El poder que pueden tener las manos a la hora de hacer masajes, hacen la diferencia en cambiar nuestras tensiones para sentirnos relajados. Los masajes consisten en una presión y un movimiento de las manos sobre la piel, en sí son muy placenteros, pero si se quiere conseguir mayor resultado, se deben utilizar aceites esenciales que favorecerán el deslizamiento de las manos.
Al respecto, Geysha Hidalgo, especialista en masajes en el Hotel Crater Valley del Valle de Antón, nos comentó que lo primordial a la hora de dar masajes es lograr que la persona se sienta relajada, por lo que es recomendable crear un ambiente agradable.
MAS PRIVACIDAD
Geysha asegura que el Spa de Crater Valley tiene un ambiente más privado, más fresco y basado en un diseño oriental. Esto lo han logrado utilizando inciensos tanto ambientales como de frutas o de flores; aceites de menta, almendra y canela; velas aromáticas y cremas especiales para masajes, en cada sesión donde se tiene una experiencia muy agradable para nuestros sentidos.
LO PRIMORDIAL
Lo fundamental que una persona debe saber para dar un masaje, es que hay tres formas de masajear la piel:
Con un roce suave, se utiliza al principio para extender el aceite sobre la piel.
La fricción con nuestras manos, consiste en la presión en determinadas zonas del cuerpo especialmente castigadas por la tensión.
El amasamiento, son movimientos más fuertes y sirven para liberarnos del estrés diario.
El masaje cuando se realiza con más energía sirve para liberar tensión y favorecer la circulación sanguínea.